El Manchester City recibió a Liverpool en el Etihad Stadium por una nueva fecha de la Premier League. Los visitantes llegaban con el título de campeón ganado en la última fecha frente al Crystal Palace, y con ayuda del City al perder su encuentro contra el Chelsea.

El partido comenzó explosivo, típico de uno de la Liga Inglesa. Transiciones de defensa y ataque por parte de ambos equipos, disparos a puerta y fueras de juego a montón. Al minuto 25 Raheem Sterling entra al área y Joe Gómez le comete penalti. El encargado de destrabar el marcador fue Kevin de Bruyne, que no falló. El Liverpool no bajó la cabeza y continuó atacando una y otra vez. Pero el mismo Sterling, esta vez no como generador de falta, sino como definidor, anotó el segundo al minuto 35. 10 minutos después Kevin de Bruyne se vistió de asistidor, para que Phil Foden transformara en gol. 3-0 en el primer tiempo.

El baldado de agua fría no terminaría allí. Segundo tiempo y los de Klopp intentaban encontrar el descuento, pero por ninguna vía lo encontró. Oxlade-Chamberlain no pudo convertir para los suyos, pero le dio el cuarto al City con una diana en propia puerta. 4-0 y final del partido.