OMS advirtió una “catástrofe moral” en la distribución de vacunas contra el COVID-19

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Los casos globales de COVID-19 llegaron este lunes a 93 millones, 683.000 de ellos registrados el último día, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que también informó que se han superado las 40 millones de dosis de las diferentes vacunas contra el coronavirus aplicadas en medio centenar de países.

De este total de vacunas administradas, apenas 25 dosis fueron aplicadas en países pobres, lo que ha llevado a la OMS a advertir sobre un inminente “fracaso moral catastrófico” en la distribución equitativa de las inmunizaciones.

Al momento 49 países han comenzado la vacunación de su problación, la inmensa mayoría de los cuales registra ingresos altos o medios, según indicó la organización.

Guinea es el único país de ingresos bajos en la lista, el cual administró la semana pasada 25 dosis de la vacuna rusa Sputnik V, entre ellas el presidente.

Covax es un fondo global de vacunas que busca su distribución equitativa, y que funciona si los países del mundo acuden a éste para obtener las dosis. Pero en la práctica los gobiernos están cerrando acuerdos bilaterales directamente con los laboratorios que fabrican las vacunas para poder contar con éstas lo antes posible y en grandes cantidades.

Los mismos laboratorios priorizan estos acuerdos lucrativos por sobre su participación en Covax, y hay dudas sobre cuándoe, en este contexto, el programa de la OMS tendrá acceso a las cerca de 2.000 millones de dosis que le han prometido para el 2021.

La OMS ha advertido reiteradamente por esta esquem desigual de distribución y sus posibles efectos en el control global de la pandemia.

“No está bien que los adultos jóvenes y sanos en países ricos reciban la vacuna antes que los trabajadores de la salud y las personas mayores en los países más pobres”, señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS. “El mundo está al borde de un fracaso moral catastófrico”, agregó.

La información al momento parece indicar que la iniciativa Covax, creada por la OMS para evitar lo ocurrido durante la pandemia de 2009 de gripe H1N1, cuando los países más ricos del mundo acapararon las primeras vacunas dejando a regiones como África sin inmunización, estaría fracasando una vez más.