Monseñor Mauricio Rueda Beltz, colombiano con el rango más alto en el Vaticano

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Monseñor, Mauricio Rueda Beltz fue nombrado por el Papa Francisco como Nuncio Apostólico en Costa de Marfil.

La noticia se dio a conocer en la mañana romana de este viernes 16 de junio a través de la Oficina de Prensa del Vaticano. El religioso, nacido en Bogotá el 8 de enero de 1970, fue ordenado sacerdote en 1996 y, posteriormente, se doctoró en Derecho Canónico en la Pontifica Universidad de la Santa Cruz de Roma (Italia). Por cerca de 20 años monseñor Mauricio Rueda Beltz ha venido desempeñando funciones diplomáticas, con esta nueva designación como representante de la Santa Sede en este país de África occidental, se convierte en el colombiano con el rango más alto en el Vaticano.

Monseñor Rueda Beltz ingresó el 1 de julio de 2004 al Servicio Diplomático de la Santa Sede, posteriormente sirvió en las nunciaturas apostólicas de Guinea, Chile, Estados Unidos de América y Jordania. Tras ser trasladado a la Sección de Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales de la Secretaría de Estado, fue nombrado miembro de la Sección de Asuntos Generales de la Secretaría. Allí, se desempeñó durante cuatro años como director de los viajes papales; tras la cancelación de los viajes del pontífice por cuenta de la pandemia, fue asignado como Consejero de la Nunciatura Apostólica en Portugal. El 17 de diciembre del 2020, el presbítero recibió el nombramiento como Subsecretario de la Sección para el Personal Diplomático de la Santa Sede.

En este nuevo encargo pastoral, monseñor Mauricio Rueda Beltz, desempeñará la más importante misión diplomática de la Santa Sede en Costa de Marfil, una especie de embajador del Estado Vaticano y jefe de misión de la Santa Sede en dicho país.

A propósito de este nombramiento, cabe recordar que ya otro pastor de la Iglesia colombiana había sido nombrado nuncio apostólico desde 1974 en diferentes países de centroamérica, Estados Unidos y Yugoslavia, se trata del arzobispo Gabriel Montalvo Higuera, quien trabajó al servicio diplomático de la Santa Sede durante cincuenta años. Monseñor Montalvo, fallecido el 2 de agosto de 2006, desarrolló, de manera especial, un importante rol de facilitador en el proceso de mediación liderado por el Papa Juan Pablo II a raíz del diferendo limítrofe entre Chile y Argentina, que estuvo a punto de desembocar en una guerra entre ambos países hace casi tres décadas.