Era la principal preocupación de los 33 equipos que componen la Primera División y la Primera B. A raíz de la pandemia de Covid-19 que afecta a Chile, los torneos nacionales se suspendieron a mediados de marzo.

Para ponerse a punto futbolísticamente, los jugadores tendrán, al menos, cuatro semanas para entrenar. Lo harán en grupos reducidos y con todas las medidas que señala el protocolo.

Sin embargo los presidentes de clubes han manifestado, que la fecha establecida para retomar la actividad, puede sufrir modificaciones si la emergencia sanitaria lo obliga. En ese caso, no les quedará otra alternativa que aplazar el reinicio.