La farmacéutica estadounidense Gilead anunció que va a poner a la venta su fármaco remdesivir, hasta el momento el primero que ha mostrado efectividad para tratar la COVID-19, a 390 dólares para los Gobiernos de países desarrollados, lo que elevaría el precio del tratamiento habitual a 2.340 dólares por paciente y el de las terapias más largas a 4.290 dólares.
En el caso de los países en vías de desarrollo, la farmacéutica indicó que ya se han alcanzado acuerdos con productores de medicamentos genéricos, para poder ofrecer el tratamiento a un precio reducido y facilitar acceso en todo el mundo.
Por ejemplo, en Estados Unidos, desde que en mayo se aprobó de emergencia el uso de remdesivir para enfermos de coronavirus, los hospitales han estado usando dosis donadas por Gilead, laboratorio que a partir de julio comenzará a cobrar por el medicamento.
Además, Gilead ha decidido fijar el mismo precio de 390 dólares por vial, para los programas de sanidad pública como Medicare, mientras que para los privados -los más habituales en Estados Unidos- será de 520 dólares, lo que supone un precio de 3.120 para el tratamiento más habitual, que consta de seis dosis, y de 5.720 dólares para el más largo, mucho menos común.
El precio superior para los programas privados se deriva de que habitualmente en EE.UU. los programas públicos reciben descuentos en los medicamentos con respecto al precio del mercado.
En una carta abierta, la empresa explicó que quería evitar negociar el precio del remdesivir país por país y asegura que lo fijó teniendo en cuenta la situación de los países desarrollados con menos capacidad adquisitiva y claramente “por debajo” del valor que el medicamento ofrece.