La operación “Island” comenzó en noviembre pasado a raíz de la denuncia de la propia víctima, que vivía en Colombia.
La Policía española detuvo a tres colombianos, dos hombres y una mujer, por prostituir a una joven que estaba obligada a trabajar 23 horas diarias en una vivienda de Palma (isla mediterránea de Mallorca) sin descansar ninguna jornada y obligada a entregar el 50% de cada servicio.
Los agentes los acusan de un delito de trata de seres humanos para la explotación sexual, amenazas y coacciones, informaron este sábado las fuerzas de seguridad.
El principal detenido le ofreció viajar a Palma para ejercer la prostitución para él, contrayendo una deuda de 2.000 euros (unos 2.400 dólares). Aceptó debido a la grave situación económica en que se encontraba.
El líder de la trama envió el dinero para el pasaje a otros gastos a un familiar de la chica, para que la Policía no pudiera rastrearlo en caso de denuncia.
Una vez en España, se vio obligada a trabajar sin descanso para devolver esa cantidad. La mitad de cada servicio cobrado era para la banda.
“Las condiciones en las que tenía que prostituirse eran infrahumanas”, controlada en todo momento, según la Policía.
La vivienda donde era explotada es conocida en las redes sociales y entre los anunciantes de las páginas de contactos de transexuales.
Pasados unos meses, la víctima se marchó a Santa Cruz de Tenerife, dejando pendiente una deuda de 800 euros, por lo que la banda le enviaba mensajes amenazantes.
EFE