PSG y Basaksehir abandonan la cancha por supuestos insultos racistas del cuarto árbitro

18

En un gesto inédito en la historia de la Liga de Campeones, los jugadores del París SG y del Basaksehir abandonaron la cancha este martes como gesto de protesta por los supuestos insultos racistas proferidos por el cuarto árbitro contra un miembro del equipo turco.

La UEFA anunció una “investigación en profundidad” de lo ocurrido, que la instancia europea calificó de “incidente”.

El partido “tras discusiones con los dos clubes” se reanudará este miércoles a las 17h55 GMT con un “nuevo equipo arbitral”, precisó la UEFA.

El colegiado sustituto será el holandés Danny Makkelie y el resto del cuerpo arbitral será de nacionalidad neerlandesa y polaca.

Esta decisión de los jugadores recuerda a las acciones de deportistas de Estados Unidos contra la injusticia racial, un gesto que tomó una dimensión mucho mayor con el movimiento ‘Black Lives Matter’.

Si en algunos campeonatos europeos, jugadores y árbitros se habían arrodillado como gesto antirracista, nunca antes un encuentro de la ‘Champions’ había sido escenario de un gesto semejante.

“Los deportistas, los atletas, han tomado una decisión histórica ante una actitud que consideraron inaceptable”, tuiteó la ministra francesa de Deportes Roxana Maracineanu, que aplaudió “el fuerte simbolismo de su gesto y su solidaridad”.

En un tuit, el París SG rechazó “cualquier forma de racismo (que) va en contra de los valores transmitidos por el París Saint-Germain, su presidente, el personal y los jugadores”.

El club francés, además, retuiteó un mensaje previo del Basaksehir con el mensaje promovido por la propia UEFA: “Not to Racism #Rescpet” (“No al Racismo #Respeto”).

El encuentro, que comenzó bastante brusco, degeneró al cuarto de hora, cuando miembros del banquillo turco comenzaron a gritas “He said ‘negro’” (“Ha dicho ‘negro’”), unas palabras que se escucharon claramente al disputarse el partido a puerta cerrada por la pandemia.

Los miembros del banquillo turco señalaron al cuarto árbitro, el rumano Sebastian Coltescu, como la persona que habría pronunciado esas palabras.