La Conferencia Episcopal de Panamá (CEP) reiteró su posición en defensa de la familia fundada en la unión de un hombre y una mujer frente al debate por la aprobación de la “unión igualitaria” en el país, y señaló que no es aceptable que un organismo internacional quiera imponer “la forma de entender el matrimonio y la familia”.
Este 2 de octubre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) celebró una audiencia en Panamá con representantes del Estado y de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) para debatir el matrimonio homosexual en el país.
Según indican medios locales, ese mismo día, personas que apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo realizaron una protesta frente a la Corte Suprema de Justicia para exigir la definición de demandas de inconstitucionalidad que buscan legalizar la “unión igualitaria” en el país.
En un comunicado, los obispos señalaron que, ante la discusión sobre el matrimonio homosexual en Panamá, la Iglesia en el país reitera su oposición a llamar a este tipo de unión “’exactamente matrimonio’ según el concepto tradicional”.
COMUNICADOReiteramos posición de la Iglesia sobre la “unión igualitaria”La Iglesia Católica en Panamá, ante las…
Posted by Conferencia Episcopal Panameña – MCS on Sunday, October 4, 2020
El rechazo de la Iglesia “no es un tema religioso meramente, porque hay no creyentes que aceptan esta postura desde el punto de vista psicológico y antropológico”, agregaron.
Los prelados defendieron la unión entre hombre y mujer y pidieron no equipararla de “ninguna forma con la unión igualitaria de personas del mismo sexo, para que no se socave la familia”.
Señalaron que la Iglesia “abraza y recibe a todos, en cualquier circunstancia, en cualquier condición, igual a las personas con esas preferencias”, pero indicaron que, como señala el Papa Francisco, “distinguir no es discriminar”.
“Acogemos y acompañamos no solamente a las personas con estas preferencias hacia el mismo sexo, sino también a toda persona, especialmente las más necesitadas de amparo y protección”, agregaron.
Finalmente, resaltaron que “no es aceptable que un organismo internacional o un grupo concreto de ciudadanos, quieran imponer a un país la forma de entender el matrimonio y la familia”.