Medicamentos contra la obesidad son nombrados el avance científico del año 

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La revista Science, remarca el impacto significativo de los fármacos para perder peso, ayudar a las personas a no sentir una ansiedad constante por comer y a reducir los síntomas de insuficiencia cardíaca y el riesgo de ataques cardíacos. 

 

La revista Science nombró como avance científico del año a los medicamentos que sirven para combatir la obesidad y disminuir los riesgos de enfermedades cardíacas, representando un progreso significativo para esta crisis de salud pública.

Los medicamentos imitan una hormona intestinal llamada péptido similar al glucagón-1 (GLP-1) e inducen una pérdida de peso significativa con ciertos efectos secundarios que son manejables en su mayoría. Además, se descubrió que sus beneficios van más allá de la pérdida de peso, ya que también reducen los síntomas de insuficiencia cardíaca y el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares

La empresa danesa, Novo Nordisk, tiene las dos formulaciones más populares: Ozempic para la diabetes y Wegovy para la obesidad. Esta semaglutida recibió luz verde para el control de peso en Estados Unidos hace dos años y mediantes estudios los científicos lograron demostrar que las personas que tomaron el fármaco perdieron el 15% de su peso corporal en casi 16 meses.

La revista indicó que al darle este mérito a las terapias, también reconocen las dificultades físicas y mentales que pueden conllevar este cambio. Además, señaló que “la obesidad conlleva complejidades médicas y sociales, y que muchos de los que otros consideran con sobrepeso están sanos y tienen poco deseo o una necesidad apremiante de perder peso”.  

En agosto del año en curso, en un estudio de 529 personas que sufrían de obesidad e insuficiencia cardíaca, los que utilizaban semaglutida tenían una frecuencia cardíaca de casi el doble. En el mismo mes, Novo Nordisk anunció que en un estudio realizado a 17,000 personas con obesidad y enfermedades cardiovasculares, en dónde los que tomaban el medicamento tenían un riesgo 20% menor de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares fatales o no fatales.

Se están realizando estudios para probarlas en el tratamiento de la adicción a las drogas o para el Alzheimer y Parkinson.