Durante el allanamiento en las caballerizas de Marbella, verificaron que en el lugar no hay garantías suficientes ni óptimas para la estadía de los 40  caballos que permanecen en ese lugar. Se acreditó que los animales tienen afectaciones físicas como laceraciones en piel y mal herraje, y se constató que los albergues son inadecuados y en las pesebreras hay cúmulo de excremento.

De otra parte, la alimentación suministrada no responde a las necesidades nutricionales y las dietas varían constantemente. Finalmente, el cuidado que brindan los guardianes o propietarios no corresponde a los mínimos exigidos.

Ante esta situación, fueron aprehendidos preventivamente como medida de protección, 6 caballos y 1 asno, que fueron puestos a disposición y protección de la Secretaría Distrital de Gobierno de Cartagena y la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata).

Las verificaciones de la Fiscalía y la Policía también se realizaron en el Centro Histórico de la ciudad y otras zonas por las que transitan los carruajes. En el recorrido y en las entrevistas quedó en evidencia que los equinos cumplen largas y extenuantes jornadas, soportan exceso de peso durante la prestación del servicio y se exponen por calles de alto flujo vehicular.