Alemania, se toma cada vez más en serio las manifestaciones contra el confinamiento, que congregarán de nuevo, en todo el país, a militantes de extrema izquierda, de ultraderecha o conspiracionistas opuestos a las restricciones vigentes.
Las concentraciones de este tipo están teóricamente prohibidas, pero los ayuntamientos las han autorizado bajo condiciones y con un fuerte despliegue policial.
Los manifestantes, entre quienes se encuentran militantes extremistas, defensores de las libertades civiles, opositores a las vacunas e incluso antisemitas, protestan contra el uso de mascarillas o las restricciones a la circulación que siguen en vigor después del desconfinamiento.
Algunos consideran que tienen el derecho a contagiarse.