“Así, en el distrito de Bilokurákyne, los rusos recurrieron a nuevas provocaciones. El otro día, los vehículos con una bandera azul y amarilla recorrieron los asentamientos: los rusos estaban observando la reacción de la población local”, dice el comunicado.

En el propio centro del distrito, usaron la SOBR (unidad especial de respuesta rápida), todas las fuerzas de la oficina del comandante local e incluso vehículos blindados. Los invasores centraron su atención en las personas que tenían negocios registrados en Ucrania.

Además, los rusos estaban controlando a los alumnos que llevaban algún tiempo ausentes de las escuelas debido a su posible participación en la educación a distancia de maestros ucranianos, dijo la Administración Regional.

“Ya se ha informado sobre el aumento de los controles en Syrótyne. Los rusos tampoco pasaron por alto las fincas cercanas. Allí dejaron ventanas y puertas rotas, porque en esta época del año, lo cual no es de extrañar, casi nadie les abría. Y también: vallas derrumbadas y caminos borrosos, porque los militantes se movían por las calles con equipo pesado”, dice el comunicado.

La Administración Regional también agregó que en los asentamientos cercanos a la línea del frente, la gente tiene cada vez más dificultades para ser tratado incluso por sí misma. Como saben, los centros médicos no aceptan civiles porque están abarrotados de militares rusos y las farmacias están vacías. Por ejemplo, en Kreminná, faltan las cosas más necesarias. Solo prometen traer ciertos medicamentos por encargo. No se menciona ningún plazo.

“La situación en la retaguardia profunda es más tranquila: lo único que falta es dinero. A los civiles. En Lugansk, Alchevsk y Kadíivka, la gente espera en largas filas con la esperanza de obtener dinero en efectivo. Están esperando, incluso si no está disponible”, dijo la Administración Regional.

Como se informó anteriormente, en Rubizhne de la región de Lugansk, los rusos dejan o contratan solo a los trabajadores que tienen pasaportes rusos.

Ukrinform