La Ciénaga de Mallorquín ya empieza a revelar el impacto de la carga de la construcción del megaproyecto ‘Ciudad Mallorquín’ en el municipio de Puerto Colombia por parte de la empresa Argos, y teniendo en cuenta que es el parque de mangle más grande de Colombia, su desaparición supondría una verdadera “catástrofe ambiental”, advirtió desde Barranquilla el Procurador delegado ambiental y agrario, Gustavo Guerrero.

El funcionario, quien vino delegado por la Procuradora General, Margarita Cabello, presidió una mesa de trabajo sobre el proyecto cumplida en Cajacopi sede Prado, a la que asistieron autoridades de Puerto Colombia y Barranquilla, y que se extendió por cinco horas.

El funcionario, quien vino delegado por la Procuradora General, Margarita Cabello, presidió una mesa de trabajo sobre el proyecto cumplida en Cajacopi sede Prado, a la que asistieron autoridades de Puerto Colombia y Barranquilla, y que se extendió por cinco horas.

Al referirse a los efectos ambientales que supone la construcción del proyecto urbanístico, expuso que la vegetación de la ciénaga es la salacuna de peces y la barrera natural contra huracanes en la ciudad.

En esta mesa de trabajo, el Procurador escuchó a las autoridades locales que explicaron por qué permitieron la construcción sobre una zona ambientalmente protegida en Puerto Colombia de una urbanización multi estrato que pretende construir 18 mil apartamentos de los cuales ya hay terminados cerca de cinco mil.

A la reunión asistieron delegados del Ministerio de Ambiente, de empresas de servicios públicos y el Director de la Corporación Autónoma, CRA, Jesús León.

El Procurador se mostró sorprendido por el nivel de desarticulación entre las autoridades locales y por la ausencia de los delegados del Ministerio de Vivienda en la mesa de trabajo.

“No podemos hablar de ordenamiento territorial en torno al agua como un eslogan” sostuvo al referirse a la desatención al tema de una cartera en un gobierno que tiene como su propósito “Colombia potencia de la vida”, expuso.

Para Guerrero, la construcción no solo afecta a los vecinos de la mega obra sino de la región en general teniendo en cuenta que “no es solo un cuerpo de agua, es una cuenca, es un ecosistema”.

En la mesa de trabajo recordaron que el proyecto ‘Ciudad Mallorquín’ de Argos no solo impacta a la Ciénaga que lleva ese nombre, sino al parque Isla de Salamanca, al Río Magdalena y a su vecino Barranquilla.

“No está claro el manejo de alcantarillado, acueducto, vías, colegios, centros de salud que soporten una urbanización que tendría solo ella más habitantes que el propio municipio, se calcula que allí vivirán cerca de 40 mil personas en un terreno de aproximadamente 100 hectáreas”, argumentó uno de los asistentes.

Guerrero también escuchó a decenas de ciudadanos y activistas ambientales que se hicieron presentes en las afueras de Cajacopi Prado para manifestar su preocupación por el impacto del megaproyecto.