Después de 5 meses los planteles de la Primera División del fútbol argentino vuelven al trabajo. Se trata de una iniciativa impulsada por el protocolo de seguridad sanitario que acordó la AFA con el Gobierno Nacional para que los jugadores regresen a los entrenamientos en vísperas de la reanudación de las competiciones internacionales, como la copa libertadores y la suramericana.
Están definidas las normas que deberán cumplir los futbolistas cuando se presenten en las instalaciones deportivas. Con el objetivo de evitar posibles contagios (ya hay 11 jugadores que tienen coronavirus) se estableció que los clubes “deberán garantizar las condiciones de higiene, seguridad y traslado establecidas para preservar la salud de los deportistas así como de sus equipos de trabajo”.

Además, cada protagonista deberá trasladarse por sus propios medios, ya que no podrá utilizar el transporte público, considerado uno de los principales focos de contagio, y “deberán tramitar el Certificado Único Habilitante para Circulación”.
Naturalmente, la continuidad del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio se mantendrá vigente hasta el 16 de agosto, por lo que el permiso de circulación sólo será para los horarios de entrenamiento.

La vuelta a la actividad estará bajo la lupa luego de que al menos 11 jugadores dieran positivo en los tests realizados el pasado fin de semana. Agustín Almendra (Boca), Ezequiel Centurión (River), Fabricio Bustos (Independiente), Thiago Almada y Ricky Álvarez (ambos de Vélez), Federico Torres, Franco Quinteros y Nicolás Linares (Banfield), Iván Bolaño y Diego Morales (Tigre) y Mauricio Duarte (Defensa y Justicia) son los futbolistas que no podrán reintegrarse a los trabajos y que deberán cumplir con el aislamiento obligatorio hasta tanto reciban el alta médica.