La Organización Mundial de la Salud anunció su decisión, por recomendación de su Comité de Emergencias, de mantener a la COVID-19 como una “emergencia sanitaria internacional o pandemia”.
“La mortalidad sigue siendo elevada y el virus evoluciona de manera imprevisible”, alertó el presidente del comité y alertó a los países para que sigan preparándose para enfrentar este tipo de crisis.
El Director General explicó que el mundo cuenta con herramientas para limitar la transmisión, salvar vidas y proteger los sistemas de salud.
Expresó esperanza en la situación epidemiológica actual, y señaló que el mundo está experimentando actualmente el número más bajo de muertes reportadas en dos años. Sin embargo, el comportamiento impredecible del virus SARS-CoV-2 y las respuestas nacionales insuficientes están contribuyendo al contexto pandémico global continuo.
El Director General enfatizó la importancia de que los Estados Partes utilicen las contramedidas médicas disponibles y las medidas sociales y de salud pública (PHSM). Destacó la publicación del Plan Estratégico de Preparación, Disposición y Respuesta actualizadoque proporciona una hoja de ruta sobre cómo el mundo puede poner fin a la emergencia de COVID-19 en 2022 y prepararse para eventos futuros.
El Comité discutió temas clave, incluidas las variantes del SARS-CoV-2; uso y acceso equitativo a antivirales; protección de vacunas y cambios globales en la oferta y demanda de vacunas COVID-19; inmunidad híbrida; posibles escenarios futuros para la transmisión del SARS-CoV-2 y los desafíos que plantean las emergencias de salud concurrentes; y cómo los Estados miembros están respondiendo a la pandemia de COVID-19. El Comité también observó con preocupación la creciente fatiga entre las comunidades de todo el mundo en respuesta a la pandemia de COVID-19 y los desafíos que plantea la falta de confianza en la orientación científica y los gobiernos.
El Comité reconoció que el SARS-CoV-2 es un nuevo patógeno respiratorio que aún no ha establecido su nicho ecológico. El SARS-CoV-2 continúa teniendo una evolución viral impredecible, que se ve agravada por su circulación generalizada y su intensa transmisión en humanos, así como por la introducción generalizada de la infección en una variedad de especies animales con potencial para que se establezcan reservorios animales.
El SARS-COV-2 continúa causando altos niveles de morbilidad y mortalidad, particularmente entre las poblaciones humanas vulnerables. En este contexto, el Comité expresó su preocupación de que el uso inapropiado de antivirales pueda conducir a la aparición de variantes resistentes a los medicamentos.
Además, los miembros del Comité reconocieron las capacidades nacionales, regionales y globales para responder al contexto de la pandemia de COVID-19, pero señaló con preocupación que algunos Estados Partes han relajado el PHSM y han reducido las pruebas, lo que afecta la capacidad global para monitorear la evolución del virus.
El Comité también observó con preocupación la inconsistencia de los requisitos globales de COVID-19 para viajes internacionales y el impacto negativo que las medidas inapropiadas pueden tener en todas las formas de viajes internacionales.
En este contexto, el Comité señaló que ofrecer la vacunación a grupos de alto riesgo de viajeros internacionales a su llegada podría considerarse un medio para mitigar el riesgo de enfermedad grave o muerte por COVID-19 entre estas personas.