Los ataques ocurrieron en las regiones de Kiev, Cherkasi, Járkov, Rivne y Leópolis.

Las fuerzas armadas rusas lanzaron una nueva ola de ataques con misiles y drones contra Ucrania, dejando personas heridas y causando daños en infraestructuras en varias regiones del país.

En Kiev, las defensas aéreas ucranianas derribaron más de una veintena de proyectiles lanzados por Rusia, pero los fragmentos que cayeron causaron daños en infraestructuras en varios distritos de la capital.

En Cherkasi, un misil ruso provocó destrozos en un hotel y un incendio que destruyó varios puestos de un mercado; en Járkov, los proyectiles rusos hirieron a dos personas y destruyeron un almacén; en Rivne, los ataques alcanzaron una zona industrial, provocando destrozos y explosiones y en Leópolis, los proyectiles rusos alcanzaron una zona residencial, causando daños en viviendas y un hospital.

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