La Inspección General del Ejército Nacional ya había identificado a tres de los presuntos responsables de las amenazas: Un teniente, un sargento viceprimero y un cabo.
Uniformados del pelotón que está en Bocas de Manso, vereda de Tierralta, Córdoba, fueron separados de sus funciones por las intimidaciones de las que fueron víctimas los habitantes de una comunidad indígena.
La separación de los 10 soldados se da horas después de que fuera atacado a tiros el helicóptero en el que viajaba una comisión integrada por 20 delegados de la Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría General de la Nación y el ICBF, que se desplazaba vía aérea hasta la vereda Bocas del Manso, en Tierralta, Córdoba, para verificar los ataques y amenazas de la que fue víctima una comunidad indígena a manos de militares que dijeron ser disidentes de las FARC.
General Luis Mauricio Ospina Gutiérrez, comandante del Ejército Nacional, indicó que, los soldados que fueron separados de sus funciones habían recibido un curso de derechos humanos recientemente y tenían elementos para prevenir las presuntas violaciones.
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