Priorizar a los trabajadores informales en la reactivación económica del país, a través de la asociatividad, fue el llamado que hizo la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez a las regiones, en la presentación de los resultados del estudio realizado por ProPacífico para medir el impacto socioeconómico de la conexión Pacífico –Orinoquia (CPO).
“Este trabajo obedece a la visión de una Colombia innovadora, sostenible e incluyente. Debemos incluir a los territorios, a las mujeres, pero sobre todo, a la población informal. Nos preocupa terriblemente que a raíz de la pandemia, se profundizaron las dificultades que tienen las personas informales en nuestro país, porque históricamente no han sido prioridad. Aquí en la Vicepresidencia hemos trabajado mucho y el Presidente ha estado atento a acompañar a esta población para que se pueda formalizar y hacer de la pandemia una oportunidad para estas personas informales”, señaló.
La alta funcionaria, quien lidera el plan de recuperación y repotenciación de la economía pospandemia, por encargo del presidente Iván Duque, ha venido liderando acciones para la formalización de los miles de trabajadores que sufren el rigor de la crisis, en aras de una economía con mayor sentido social. Junto con Confecámaras, se adelanta un registro simplificado de comercio para garantizarles acceso al sistema financiero. “Queremos ofrecerles una línea de financiación para que no tengan que acudir al llamado “gota a gota”. Las personas más pobres de este país pagan tasas de interés del 1% diario, el 360% anual; y todo eso lo podemos solucionar con este registro simplificado, con la convocatoria de las personas informales para que puedan hacer parte de proyectos productivos”, explicó.
Además, resaltó el importante papel de las cooperativas para la migración al trabajo formal. “Estamos trabajando con el Ministro de Agricultura, Rodolfo Zea y con el Ministro de Trabajo en lograr que la asociatividad se pueda hacer en condiciones rentables, sostenibles, para formalizar totalmente a esta población y permitirles tener la posibilidad de ser propietarios de proyectos agroindustriales, que pueden ser posibles con la incorporación de todos estos terrenos de la altillanura”, indicó.
En este sentido, planteó la necesidad de convertir la agroindustria en una apuesta estratégica para la formalización. Ello, teniendo en cuenta que la conexión Pacífico –Orinoquia (CPO), que busca unir horizontalmente a Colombia desde Buenaventura hasta Puerto Carreño, se puede convertir en una oportunidad por el aumento de la frontera agrícola en la altillanura.
“Tenemos que lograr que esta visión de país, más moderna, incluyente e innovadora nos permita trascender hacia el desarrollo. Ahora que somos el país número 37 de la OCDE, no damos cuenta de todo lo que falta por hacer, pero también de que lo que estamos haciendo es válido. Esta visión del Presidente Duque y de nuestro gobierno, tendiente a fortalecer el aparato productivo, incorporando en este plan de repotenciación de largo plazo sectores como la infraestructura, la logística y la educación, es lo que nos va a permitir que Colombia logre ese desarrollo”, afirmó.
*Colombia, despensa alimentaria internacional
En la presentación del estudio socieconómico de ProPacífico, la vicepresidente, además, hizo una reflexión sobre la importancia de convertir a Colombia en una despensa alimentaria para el mundo.
“El país tiene que concentrar sus esfuerzos en darle valor agregado a la producción agrícola, no podemos pensar en producir para enviar los productos en grano, sino lograr que la mayoría tengan ese procesamiento para la seguridad alimentaria de los colombianos y para convertir a Colombia en una verdadera despensa internacional de alimentos”, dijo.
Con el desarrollo de esta conexión se busca que el país incremente su frontera agrícola, además que se dé una disminución de aproximadamente 27% en el costo de transporte de una tonelada, en el trayecto Puerto Carreño – Buenaventura, entre otros beneficios