El gobierno de Nicolás Maduro rechazó categóricamente la decisión de Estados Unidos de incluir al denominado Cártel de los Soles en la lista de Organizaciones Terroristas Internacionales (FTO). A través de un comunicado oficial, las autoridades venezolanas calificaron la medida como “una infame y vil mentira”, asegurando que busca crear el escenario para justificar una eventual intervención extranjera en el país.
En su pronunciamiento, el Ejecutivo venezolano evitó mencionar al expresidente Donald Trump y dirigió sus señalamientos hacia el senador estadounidense Marco Rubio, a quien atribuyó presuntas presiones políticas en la clasificación adoptada por Washington.
Caracas insistió en que esta decisión carece de sustento jurídico y fáctico, y reiteró que forma parte de lo que consideran una estrategia de agresión internacional contra el gobierno venezolano. Según la administración Maduro, la designación pretende afectar la estabilidad institucional y económica del país.
Mientras tanto, Estados Unidos sostiene que la clasificación responde a criterios contemplados en su normativa interna para grupos que supuestamente participan en actividades terroristas y representan una amenaza para su seguridad nacional, lo que mantiene tensas las relaciones bilaterales entre ambos gobiernos.








