En medio de la confusión que se generó por la muerte de cuatro personas en la masacre en el barrio El Santuario, los uniformados de la Policía lograron la captura de un presunto delincuente que intentó asaltar a una mujer que resultó ser una patrullera de la Sijín.
El presunto asaltante a pesar de la presencia de muchos uniformados no creyó que la víctima en la que se había fijado era una mujer que había llegado al lugar a apoyar en la investigación.
La reacción de la patrullera fue rápida y capturó al joven antisocial, usando su arma de dotación.