La sexta y última jornada del Obispo de Roma en Canadá se abre con la Misa privada celebrada en el arzobispado de Quebec. A las 9:00, hora local, Francisco se reunirá, también en privado, con los miembros de la Compañía de Jesús presentes en Canadá, renovando así lo que ya se ha convertido en una tradición de cada viaje apostólico.
A 300 km del círculo polar ártico
El primer encuentro público del día será con una delegación de indígenas de Quebec, a quienes recibirá en la sede del arzobispado. A continuación, se trasladará al aeropuerto internacional de Quebec, donde a las 12:30 el Pontífice tomará el vuelo que lo conducirá a Iqaluit, capital del territorio canadiense de Nunavut. Aquí, a sólo 300 kilómetros al sur del círculo polar ártico, el Santo Padre llegará por la tarde, a las 15:50. Es la ciudad donde se firmó, en 1993, el Nunavut Land Claims Agreement, el mayor acuerdo de reivindicación de tierras indígenas de la historia de Canadá.
La ciudad alberga la mayor comunidad de Inuit, unos 3.900. Se trata de una población indígena procedente de las costas de América, distribuida desde Groenlandia hasta Alaska, y también presente en Asia, en el extremo de la península de Ciukci, en Siberia.
El drama de las ex escuelas residenciales
El Pontífice visitará la escuela primaria de Nakasuk, donde se reunirá en privado con algunos alumnos de las ex escuelas residenciales, es decir, aquellos institutos encomendados por el gobierno, con escasa financiación, a las iglesias cristianas locales, incluida la católica. En estos institutos tuvo lugar una de las páginas más dramáticas de la historia de estas poblaciones con el proceso de asimilación forzosa de los niños arrebatados a las comunidades indígenas a las que pertenecían y obligados a asimilarse a la nueva cultura occidental: según un Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación publicado en 2015, más de tres mil menores murieron por enfermedades, desnutrición y maltrato en un período de unos cien años desde la creación de estas escuelas en 1883.
Jóvenes y ancianos juntos
A Francisco, que en los últimos días ha pedido repetidamente perdón por estas heridas todavía frescas y dolorosas, algunos alumnos de las ex escuelas residenciales tendrán la oportunidad de hacerle algunas preguntas. A continuación, a las 17:00, tendrá lugar un encuentro con jóvenes y ancianos en la plaza frente a la escuela, animado por bailes, canciones y músicas tradicionales.
Como acto conclusivo de estos intensos días transcurridos por el Obispo de Roma en tierra canadiense, está prevista una ceremonia de despedida a las 18:15 en el aeropuerto internacional de Iqaluit. Unos treinta minutos después se producirá el despegue del avión a bordo del cual Francisco responderá a las preguntas de los periodistas. Está previsto que llegue a Roma a las 7:50 hora italiana del sábado 30 de julio.