Hasta el pasado 6 de mayo, el archipiélago de San Andrés y Providencia tenía seis casos de coronavirus, de los cuales, cinco pacientes ya están recuperados. El gobernador de la isla, Everth Hawkins Sjogreen, sostenía que, con las fronteras cerradas, el virus estaba controlado.
Sin embargo, todo cambió con el arribo de la embarcación costanera Susurro, de bandera colombiana, que llegó repleto de frutas, legumbres y otros víveres, procedente de Cartagena de Indias, para surtir a la población.
Después de descargar víveres y otros materiales para la isla, que también debe mantenerse en cuarentena, como el resto del país, Susurro atracó una noche más, y partió luego hacia la isla de Providencia, para la entrega de más víveres, y de allí retornaría a Cartagena de Indias.
“El 4 de mayo zarpó hacia Cartagena, de acuerdo con la ruta de navegación prevista. Durante el recorrido, el capitán de la embarcación detectó el mal estado de salud de uno de sus marinos y decidió regresar a la isla”, informó la Capitanía de Puerto en San Andrés.
“El 6 de mayo, a las 3:15 de la madrugada, la motonave arribó a la zona asignada, en San Andrés, para la inspección de las autoridades. La Secretaría de Salud del Departamento informó de la presencia de una persona fallecida a bordo de la embarcación”
El barco fue evaluado por personal sanitario de la isla y hombres de la Armada Nacional y, posteriormente, fue puesto en cuarentena.