Hoy se cumplen 30 años del magnicidio de Carlos Pizarro Leongómez, asesinado en la mañana del 26 de abril de 1990, en pleno vuelo hacia Barranquilla. En ese momento fungía como candidato presidencial por la Alianza Democrática M-19, y apenas se cumplían 48 horas de entregar su última arma.
Seis días antes de su asesinato, Pizarro dijo en su último discurso como candidato presidencial, “Ofrecemos algo elemental, simple y sencillo: que la vida no sea asesinada en primavera”.
En el proceso por el asesinato de Pizarro, solo hay una condena contra los hermanos y exjefes paramilitares Carlos y Fidel Castaño. Hasta septiembre del año anterior, se adelantaba juicio contra Jaime Gómez, uno de sus escoltas y exagente del Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, proceso suspendido ad portas de sentencia, pues este pidió pista en la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, organismo que estudia el caso desde enero de 2020.