Para AmCham, el proyecto de Reforma Laboral, tiene un problema estructural y es que aleja el desarrollo económico del social. “Es un vínculo indispensable para reducir brechas sociales”, sostiene María Claudia Lacouture, advirtiendo que ese vínculo es el empleo, que permite, de acuerdo con estudio de Fedesarrollo, sacar de la pobreza al 72% de las personas que cuentan con una oportunidad de empleo, mientras que sólo el 9% de quienes reciben un subsidio lo logran.
Reconoce la importante labor por dignificar el trabajo doméstico dentro de la Reforma Laboral, pues el Estado colombiano requería atender y garantizar derechos laborales dentro del marco de la normatividad vigente.
Dijo que desde AmCham apoyan las intenciones explícitas de eliminar la violencia y el acoso en el ámbito laboral. “Los espacios de trabajo deben ser de respeto para las y los trabajadores, garantizando acciones de prevención que reconozcan la violencia basada en género”, precisó.
Pero también destacó que como está planteada la Reforma Laboral se pierde oportunidad de actualizar el Código Sustantivo del Trabajo (1956), de incluir nuevas modalidades para laborales según las oportunidades de mercados y necesidades de vida, no limitaciones.
Dijo además que la Reforma Laboral afectará la generación de empleo formal y golpeará con más fuerza los emprendimientos y las pymes que son el 90% de los empleadores de Colombia y no tienen capacidad para asumir el costo de cadena de responsabilidades.
“No se puede equiparar la flexibilización contractual con precarización laboral. Hay que impulsar formalización, aumentar aportes en seguridad social al trabajador a partir de nuevos modelos contractuales y viabilidad empresarial”, concluyó.
