El tercer largometraje de José Luis Rugeles, producido por Rhayuela Films, e inspirado en la vida del Joe Arroyo, tiene previsto su estreno para el 2022. Se grabó en Bogotá en escenarios como el Hotel de La Ópera, y el Hotel y Residencias Tequendama, además de una casa-estudio con más de 10 sets escenográficos.
La película inicia un proceso de cerca de seis meses de postproducción musical, sonora y visual tras cuatro semanas de rodaje. El título es tomado del nombre de la canción de mayor éxito en la discografía del Joe Arroyo, ‘Rebelión’, considerada como un himno y un grito que alude a la emancipación de los esclavos en la Cartagena del siglo XVII.
Beneficiaria del Fondo de Desarrollo Cinematografico (FDC), es la primera película sobre el cantante colombiano, protagonizada por Jhon Narváez, Angie Cepeda y el argentino Martín Seefeld.
El Joe y sus músicos emprenderán juntos este viaje psicodélico por varias habitaciones de hotel. ‘Rebelión’ es el retrato de un genio en lo más profundo de su intimidad, el pálpito de un alma enamorada y atormentada por ese gran amor: la música.
Es un viaje atemporal por su vida, transitando el lugar oscuro y solitario donde sucede el acto creativo, donde su talento está a flor de piel y sus emociones son libres, al igual que sus caprichos. La historia transcurre en cuartos de hotel, rebosados por el caos y la genialidad del Joe. Lugares que contienen la agonía del genio que sabotea todo lo que ama para seguir siendo libre.
La película es al mismo tiempo retrato de uno de los músicos más relevantes de la salsa en Colombia, y una exploración personal del director sobre la estrecha relación entre locura y genio creativo.
“El Joe y yo compartimos muchas noches de fiesta. Su música, su noche y la mía se entrecruzaron como si fueran una cita previamente acordada. Quiero encontrar al virtuoso en una intimidad donde la especulación es la forma para intuir y construir su magia; ese genio noctámbulo que no se soporta a sí mismo, anulando el compromiso del amor como si no sintiera y exacerbando el sentido de la vida como un eterno y agónico sufrimiento”, explicó el director.
Sobre su visión del Joe, Rugeles aseguró: “A pesar de eso su música sobrevive a él mismo. La película se cuenta entre el tiempo y el espacio, distanciándose de lo anecdótico, cercano al humano, buscando en la penumbra y la soledad. Los cuartos de hotel, impersonales, estándares y vagos; son la forma que encuentro para evidenciar el desarraigo”.