Un grupo de 94 congresistas de los Estados Unidos firmó esta semana una carta, la cual fue entregada al secretario de Estado, Mike Pompeo, en la que solicitan presionar al gobierno colombiano del presidente Iván Duque, para que se comprometa a cumplir el acuerdo de paz, establecido en 2016, principalmente proteger a los líderes sociales y activistas de derechos humanos que siguen siendo blanco de violencia, situación que se ha incrementado durante la cuarentena que se decretó en Colombia para frenar el covid-19.

La carta, liderada por los demócratas Jim McGovern y Mark Pocan, incluye una serie de recomendaciones para el gobierno de Duque, incluso, otras más para la administración de Donald Trump.

“Colombia es ahora el país más peligroso del mundo para los defensores de derechos humanos. Más de 400 han sido asesinados desde que se firmó la paz en 2016… La lentitud del gobierno a la hora de implementar los acuerdos, su fracaso en llevar al Estado a las zonas de conflicto, y su imposibilidad de detener y/o castigar los ataques contra los defensores ha permitido que esta tragedia avance sin control”, dicen los legisladores en la misiva dirigida a Pompeo.

En la carta, exponen el caso de Marco Rivadeneira, líder comunitario que se dedicaba a promover la paz y la sustitución de coca, asesinado durante una reunión en la que, precisamente, se discutía con campesinos los acuerdos voluntarios de erradicación de cultivos. De igual manera, se menciona la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra la comunidad en San José de Apartadó. Y citan datos de Indepaz, según los cuales en los primeros seis meses del 2020 se han asesinado ya a 153 líderes sociales y defensores.

En la carta, le piden a Pompeo que coordine una reacción unificada de todas las agencias de EE. UU. en la que se condene con una sola voz el incremento de los ataques y se presione a Duque para que investigue y condene a los responsables y autores intelectuales.