Edixon Rodríguez Castañeda, un joven palmarino de 16 años, diagnosticado con Guillain-Barré, por primera vez pudo conocer el mar gracias a que el ordenamiento de las playas de Sabanilla y Country, en Puerto Colombia, brinda accesibilidad universal.
La apuesta de la Gobernación del Atlántico por la competitividad turística del departamento se ha convertido en un impulso para cumplir los sueños de personas que, como Edixon, antes no podían disfrutar del mar y la playa de una forma cómoda y accesible.
“Las playas de Sabanilla y Country se van a convertir en las mejores playas de entretenimiento porque son sostenibles, amigables con el medio ambiente, donde no se permite la circulación de los vehículos, hay manejo adecuado de los residuos, promovemos el reciclaje y, además, son playas con accesibilidad universal, para que las personas que, como yo, tienen alguna discapacidad se sientan incluidas”, afirmó la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera.
Uno de los componentes diferenciadores es que son playas inclusivas para personas con diversos tipos de discapacidad como la física, visual y auditiva.
“Gracias a la Gobernadora por adecuar esta playa, con los recursos necesarios para las personas con discapacidad. Aquí las familias pueden venir con niños y adultos con discapacidad, ya que está bien adecuada para ellos”, expresó Edixón Rodríguez.
Las playas cuentan con la dotación necesaria para que los visitantes con movilidad reducida puedan disfrutarlas, tienen una pasarela de circulación que va desde la zona de parqueo hasta la zona de servicios gastronómicos, y garantiza el acceso hasta el mar.
Para Alida Mina, abuela de Edixon, estos accesos y dotaciones han permitido que esta playa cumpla con las condiciones perfectas para que el joven palmarino hiciera realidad su deseo de conocer el mar.
“Edixon está cumpliendo uno de sus sueños, que era venir a la playa y sentirse cómodo e incluido. Está feliz porque aquí hay unos espacios adecuados, muy abiertos, con buenas vistas y tienen una silla cómoda para llevarlo a la playa, no tiene dificultad para caminar por la arena y puede andar en la silla por el mar”, dijo la abuela del joven.
De acuerdo con Edixon, lo que más disfrutó en las playas de Sabanilla y Country fue que pudo bañarse en el mar, sentir el agua salada y el vaivén de las olas, como siempre lo soñó. Así como él, 45 mil personas con discapacidad caracterizadas en el departamento también podrán vivir esta experiencia, gracias a la transformación de las playas del Atlántico.