Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda, anunció el aumento del salario mínimo y el incremento de los impuestos a los más ricos del país, decisiones que buscan impulsar la economía nacional a raíz del impacto del coronavirus.
La medida, que beneficiaría a 175.000 personas, elevará el salario mínimo por hora de 18,90 NZD (13,19 dólares) a 20 NZD (13,96 dólares). Asimismo, el impuesto a personas cuyos ingresos son mayores a 180.000 NZD (125.654 dólares) subirá hasta el 39%. Ambas disposiciones entrarán en vigor este 1 de abril.
Según EFE, las estimaciones del gobierno neozelandés indican que las nuevas normas tributarias abastecerán de unos 550 millones NZD (384 millones de dólares) al fisco para el 2021 y 634 millones NZD (443 millones de dólares) de cara al 2024.
La decisión ha ganado adeptos y detractores. Mientras que los sindicatos ven con buenos ojos la medida, los negocios criticaron que esta se da cuando aún no se han recuperado de los embates económicos por la crisis de la COVID-19, que los obligó a cerrar sus comercios debido al confinamiento.
Por su parte, Jacinda precisó que las medidas son “mejoras reales y largamente esperadas” para apoyar a los ciudadanos más vulnerables.