Ministerio de Vivienda y Gobernación construyen 200 viviendas rurales en Sucre

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La vida de Magola Pérez empezó a ser diferente desde el día que recibió su casa nueva. Cuenta que vivía en una pequeña casa de bahareque en mal estado, que se mojaba por dentro cuando llovía.

Ella es una madre soltera que sacó sus hijos adelante trabajando duro durante toda su vida como costurera y lavando ropa ajena. Pese a su esfuerzo constante nunca pudo tener una vivienda en óptimas condiciones.

Magola es una de las beneficiarias del programa “Vivienda Social para el Campo” que se ejecuta en zona rural de cinco municipios sucreños, entre estos San Antonio de Palmito, donde ella reside.

“Hay que darle gracias a todo el que tuvo su granito de arena en está vivienda, porque estoy muy agradecida y contenta. Siempre metía con ese anhelo papeles, pero nunca me salía, hasta ahora”, dijo la beneficiaria.

Son doscientas las familias las que se benefician con este programa en el departamento, que desarrolla el Ministerio de Vivienda en convenio con la Gobernación de Sucre, donde el Gobierno Nacional aporta $9.520 millones, el departamento $4.480 millones, los municipios la postulación de los hogares y la comunidad aportó lote y mano de obra no calificada.

El gobernador de Sucre, Héctor Olimpo Espinosa, y la ministra de Vivienda, Catalina Velazco, visitaron el corregimiento de San Miguel, en la zona indígena de San Antonio de Palmito, para compartir con los beneficiarios de las casas de este municipio y las autoridades indígenas.

“Muchas familias están contentos y satisfechas con sus viviendas. Que no las teníamos. Es algo distinto a los que se venía viviendo y es un reflejo que el Gobierno y la Gobernación de Sucre empieza a ser diferente dentro de las comunidades indígenas”, Jaime Solano Reyes, capitán menor de la comunidad de San Miguel.

Sandra Beltrán, quien también recibió la visita del gobernador y la ministra en su hogar destacó como les han mejorado sus condiciones de vida con la vivienda nueva.

“Anteriormente en nuestras viviendas de bahareque vivíamos todos hacinados. Vivíamos en un solo cuarto, no contábamos con un baño digno, con una cocina digna. Siempre vivíamos con limitaciones. Estas casas son un mejoramiento para nosotros como territorio indígena y campesinos que somos”, indicó Beltrán.

Estas viviendas cuentan con un área de 50,4 m2, constan de sala comedor, cocina, tres alcobas, baño, cuarto útil y terraza, además de sistema séptico de tanques anaeróbicos.

Con este proyecto se están invirtiendo más de 14 mil millones de pesos. Actualmente se han intervenido 90 viviendas, de las cuales se terminaron y entregaron a los beneficiarios 32 en Palmito y 8 en Morroa.