Más de 600 indígenas desplazados por enfrentamientos armados en Chocó

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Más de 600 indígenas del departamento colombiano del Chocó, fronterizo con Panamá, fueron desplazados por combates armados entre guerrilleros del ELN y el ‘Clan del Golfo’, que se hace llamar Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), la principal banda criminal de Colombia.

 

Así lo aseguró este sábado en redes sociales la ONG Foro Interétnico Solidaridad Chocó (Fisch), que señaló que la situación ha originado “el desplazamiento de 300 familias -621 personas- que habitan en seis comunidades indígenas” de la población Alto Baudó.

La información agregó que las comunidades negras de la zona también “se encuentran entre la zozobra, el pánico y el miedo por la circulación de mensajes anónimos sobre la posible incursión de un grupo armado ilegal a la zona”.

La ONG puntualizó que los combates armados entre grupos ilegales afectaron a 300 familias de seis comunidades indígenas, entre los cuales hay niños y adolescentes.

En este contexto, la ONG hizo un “llamado urgente a la institucionalidad, en busca de una atención integral que les brinde seguridad y atención inmediata a las comunidades étnicas que habitan en el municipio del Alto Baudó”.

La situación de la población se conoce por información de los miembros de la mesa humanitaria departamental del Chocó y autoridades locales. La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) negocia la paz con el Gobierno colombiano. En febrero pasado las partes acordaron prorrogar por 180 días más el actual cese al fuego bilateral, nacional y temporal, que comenzó a regir el día 6 de febrero de este año.

Mientras tanto, el martes pasado el Clan del Golfo anunció que acepta la invitación del Gobierno colombiano para llevar a cabo una “negociación jurídica” que los lleve a un acuerdo de paz, formulada la víspera por el presidente Gustavo Petro.

El Clan del Golfo tiene miles de hombres en varias regiones de Colombia, principalmente en la costa del Atlántico, el Pacífico, el Urabá y el Catatumbo, y de concretarse el inicio de una negociación de paz se sumaría a las que el Gobierno tiene con ELN y con el Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las antiguas FARC.