En medio de fogones de leña, en una terraza tradicional de la plaza del Pescado, y con la sazón de las matronas de la zona y el punto de sabor de los cocineros Andrews Arrieta y Melissa Ospina, 20 invitados de Sabor Barranquilla vivieron un desayuno típico con bocachico, mojarra y lebranche. Todo un deleite al paladar.
La actividad inició muy temprano en el mercado Gran Bazar, próximo a abrir sus puertas en el sector de Barranquillita con 752 puestos en su primera etapa. Luego continuó con una visita a la plaza del Pescado para disfrutar de un desayuno caribe con pescado fresco, yuca, aguacate y jugo de corozo. Posteriormente, el combo del sabor siguió su ruta por el Centro en el callejón de Robertico, culminando con una activación en el callejón Policarpa llena de música, color y agua de coco para hidratar la jornada que tuvo el sello de Sabor Barranquilla y la magia del Centro y los avances de la recuperación que impulsa el alcalde Jaime Pumarejo.
A esta ruta llena de sabor y tradición asistieron Andrews Arrieta, cocinero nacido en Barranquilla, quien cuenta con más de 17 años de experiencia y desde hace cinco años lidera el proyecto Acai, un concepto que ha dado de qué hablar en el gremio gastronómico bogotano porque se trata de un restaurante enfocado en las cocinas ancestrales de Colombia, basado en el conocimiento e investigación de las cocinas indígenas del Amazonas.
También estuvo en los fogones la cocinera Melissa Ospina, una antioqueña apasionada por la gastronomía, profesional en Gastronomía y administradora de restaurantes. Cuenta con 23 años de experiencia en el gremio gastronómico. Tiene 15 años de docencia universitaria. Autora de recetarios e investigadora del libro La cocina tradicional paisa, lleva la cultura y la tradición con el Tour a la plaza minorista de Medellín.
Los invitados se deleitaron con la sazón de las cocineras tradicionales de la plaza del Pescado, ubicada en el corazón del comercio de la ciudad como es Barranquillita (calles 7 y 8 con carrera 41B esquina), una plaza que está conformada por 800 personas asociadas a la cooperativa COODIPEZ, que cuenta con mayoristas, minoristas, cocineras, picadores y distribuidores. Sus clientes más importantes son los llamados “ponchereros”, que se encargan de llevar el pescado hasta la puerta de la casa de los atlanticenses, restaurantes, pescaderías, plazas satélites (plaza del boliche, plaza de las torres, entre otras).
Su gran proveedor es la represa de Betania (Huila), de donde vienen la mojarra negra y roja. Igualmente trabajan con proveedores de Magangué (bocachico criollo, bagre), de El Banco, Magdalena, (gran surtido de pescado de río como bocachico, moncholo, corvina, blanquillo, cachama, entre otros). De Zapayán (mojarra negra y el famoso barbul). De Tasajera (surtido de pescado de mar, tilapia blanca, chivo, róbalo, sábalo y, no podía faltar, el delicioso lebranche, entre otros).
“En este recorrido lo que quisimos fue mostrarles a los cocineros y demás invitados de Sabor Barranquilla la memoria gastronómica de la zona, a la vez que avanzamos en la transformación del entorno, que próximamente abrirá sus puertas al público, como es Gran Bazar”, anotó el secretario de Control Urbano y Espacio Público, Ángelo Cianci.
“Este año Sabor Barranquilla le rinde homenaje a las matronas de la tradición, y lo que soñamos es que todo barranquillero y todo el que visite la ciudad pueda venir a estas zonas ya recuperadas y deguste todos nuestros sabores directamente del campo a la mesa”, puntualizó Patricia Maestre, directora de Sabor Barranquilla