Tras la intención de instalar la mesa de negociación entre el Gobierno colombiano y las disidencias Estado Mayor Central, la Oficina del Alto Comisionado de Paz, a través de un comunicado informó que la exigencia principal es que se respete la vida de los firmantes de la paz.
La Oficina del Alto Comisionado de Paz emitió este comunicado luego del homicidio de Rigoberto Mendoza Ospina, un firmante de paz, que realizaba su proceso de reincorporación en San Vicente del Caguán. Su cuerpo apareció con un cartel alusivo a un frente del Estado Mayor Central. En el documento, se llamó la atención de este grupo armado y se le recordó la necesidad de respetar la vida de aquellos que se acogieron al proceso de paz de La Habana.
“A propósito del anuncio del acuerdo para la instalación de una mesa de conversación de paz entre el Gobierno y el EMC, reiteramos que una exigencia principal en ese proceso es el respeto a la vida y las libertades de los firmantes de paz. Esa exigencia ha sido inamovible para todos los grupos armados irregulares que ha demostrado su interés en ser parte de la ‘paz total”, dijo el comisionado de paz, Danilo Rueda.

El comisionado dejó claro que es responsabilidad del Estado la protección de la vida y las garantías de la población firmante y que se tomaran todas las medidas para su protección, más allá de los escenarios de diálogo.










