La Unión Ciclista Internacional ha decidido adoptar una serie de reformas para mejorar las condiciones de seguridad de los ciclistas, en colaboración con ellos, con sus equipos y con los organizadores de pruebas, después de los últimos y graves accidentes que se han presentado en el pelotón internacional y en diversas carreras.
Tras el accidente del holandés Fabio Jakobsen en la primera etapa de la Vuelta a Polonia, el sindicato de ciclistas, solicitó la intervención de la UCI para el refuerzo de las normas de seguridad en las llegadas de las carreras.
La comisión disciplinaria de la UCI pronto juzgará el caso de Dylan Groenewegen responsable del accidente de su compatriota Jakobsen en esa competencia.
Para evitar una nueva tragedia, la organización que preside David Lappartient prevé introducir mejoras que, en determinados casos, pueden utilizar nuevas tecnologías. Se puede considerar un sistema reforzado de sanciones en caso de incumplimiento de la normativa.