Una panorámica inconmensurable para disfrutar a plenitud, en cada respiro, con ausencia absoluta de la pena y el dolor; una genuina alegoría al goce presenta la talentosa y versátil Angélica López en su más reciente producción discográfica titulada ‘C’est la Vie’. Es una exquisita pieza auditiva, de autoría de la propia Angélica.
Surgió a partir de ese obligado aislamiento mundial provocado por la pandemia, y constituye un himno de alegría y esperanza en tiempos de adversidades. Es, así mismo, un homenaje a la cumbia, la madre de los ritmos de Colombia, con una combinación de sonidos autóctonos.
En uno de los viajes de Angélica a Francia nació este tema, y motivada por las vivencias en ese país, le dio el título en francés: ‘C’est la Vie’, enfatizando cuando nos canta que así es la vida, plena de alegría y amor.
En esta champeta-cumbia se destaca la presencia de Wesli, un renombrado músico canadiense haitiano que es más conocido por ganar el Premio Juno al Álbum de Música del Mundo del Año en los Premios Juno de 2019 por su álbum Rapadou criollo y la excelsa gaitera Mayté Montero, de relevante protagonismo en la discografía de Carlos Vives. ‘C’est la Vie’, además de irradiar alegría, le da el título al EP, trabajo discográfico compuesto de seis canciones, todas llenas de cadencia y de variedad musical, como ya nos tiene acostumbrados Angélica López, esta cantautora cartagenera de luminosidad refulgente que enarbola los colores de su patria y se yergue como auténtica embajadora del folclor colombiano en Europa, donde lleva varios años residenciada, esparciendo su arte.
Cartagena, la cuna de la versátil cantautora, es enaltecida en esta producción con una pieza emergida de las profundidades de sus entrañas: ‘Cartagena unplugged’.
Nace como una especie de himno a la denominada ‘Ciudad Heroica’. Una canción que nos lleva a los parajes de María La Baja y le rinde culto al Bullerengue, con el relevante protagonismo de Mayo Hidalgo González , Merelcy Julio y también se destaca el concurso del tamborero ‘El Buda’.
En la confección del tema, en el que se siente la influencia de la madre África, fue determinante la colaboración del escritor Guillermo Valencia y Stanley Montero, quien fue director musical por muchos años de Petrona Martínez.
La producción discográfica incluye otra versión, más instrumentada de ‘Cartagena’ que fusiona acentos electrónicos y sonidos contemporáneos actuales que generan una sonoridad muy moderna, pero con ese sentimiento y ese sabor raizal, tan propio de Angélica.
El aporte del maestro Julio Ernesto Estrada, Fruko, es esencial en esta producción. Le metió manos, en los arreglos, junto al compositor peruano Gustavo Alcántara en ‘No soy un papel’, sentida obra de Angélica López en la que pulula el poder feminista.
Es una canción que su autora define como biográfica. Cuenta, con dulzura, la dureza del abuso y el maltrato que han sido víctimas muchas mujeres en el mundo. También sobresale el aporte de Kanti Quena, un reputado artista peruano, ejecutante de la kena que reside en Londres. La canción sabe a Colombia, pero también a Perú… a México.
Como invitados especiales, ‘Mav Dúo’, un dueto colombiano de arpa y chelo hacen su entrega sublime, al igual que el bombo, maniobrado por Boris Caicedo, actual director artístico de Angélica. México, país por el que Angélica profesa gran cariño y admiración, está presente en la canción ‘Bien padre’, de autoría de la artista cartagenera, con arreglos del maestro Fruko, quien sugirió rendirle un homenaje al país azteca, con el empleo de algunas expresiones de la jerga mexicana, matizada con el sonido de la cumbia tal como se ejecuta en ese país. ‘Bien padre’ no otra cosa que algo ‘Bacano’, así como lo expresa la artista.
En la confección de los seis temas que conforman este CD fue fundamental el aporte, en la producción, del percusionista, clarinetista, tallerista y productor musical cordobés Dany Garcés, dos veces nominado al Premio Grammy Latino, y catalogado como uno de los mejores tamboreros de Colombia.