Esta nueva normativa espera cambiar con el ‘paradigma actual’ con el objetivo de la producción de cocaína baje un 40%.
El sábado, el Gobierno colombiano ha presentado su nueva política nacional de drogas, llamada “Sembrando vida desterramos el narcotráfico”, con un horizonte de 10 años (2023-2033). La estrategia busca cambiar el paradigma de más de medio siglo de lucha fallida contra las drogas, el cual se aleja del enfoque tradicional.
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El Presidente se centró en explicar dos pilares fundamentales, denominadas como “Oxígeno” y “Asfixia”. La primera fase, “Oxígeno”, está diseñada para abordar la transformación territorial y brindar alternativas económicas a los campesinos que antes cultivaban coca. Esto incluye apoyar la transición hacia actividades legales, como negocios y otros cultivos, así como la utilización de hojas de coca para fines no narcóticos, como fumigantes, alimentos y textiles.
La segunda fase, “Asfixia”, se centra en desarticular y perseguir a las organizaciones criminales involucradas en el narcotráfico.
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Con estas claves, se espera que al acabar el periodo de Gobierno de Gustavo Petro, habría una disminución “la producción de cocaína en un 40 %, es decir, a 900 toneladas al año y el número de hectáreas cultivadas disminuiría también en un 40 %, es decir, de 230.000, más o menos, a 150.000 hectáreas cultivadas”.
