César Augusto Villanueva Sarmiento, un médico barranquillero, desde hace 20 años se fue a Brasil a realizar una especialización, y decidió quedarse.
“Me enamoré de Brasil, de su gente, me acostumbré a estar aquí y aquí he crecido profesionalmente” señaló.
Se entrecorta su voz cuando explica lo que ha visto en estos últimos días. Es Gerente del Hospital Irmandade Santa Casa de São Paulo, donde han tenido que registrar muchos decesos en los últimos días
“Como médicos y profesionales estamos acostumbrados a ver de todo, sin embargo, vemos como día a día se nos van vidas. Estamos en peligro también. Me duele ver niños, ancianos, personas de todas las edades aferrarse a la vida y no poder hacer más por ellos” sostiene.
Al Hospital Irmandade Santa Casa de Sao Pablo, llegan cada minuto decenas de personas que requieren ayuda. Las Camas de UCI están copadas y la lista de espera es larga.
“Quisiera hacer más. Pero no somos los únicos, en todo Brasil la situación es insostenible”, añade.
Todos los días se despide de su familia como si fuera la última vez que los fuera a ver, y le da gracias a Dios por usar sus manos para salvar vidas y prestar sus servicios. Extraña su natal Barranquilla, pero cree que su ida a Brasil hace 20 años tiene una razón: servir.
