Cinco niños entre 3 y 15 años, pertenecientes a la etnia yukpa, y quienes eran hermanos, murieron presuntamente tras una intoxicación. Este hecho sucedió a las afueras del resguardo indígena Iroka, ubicado en la vereda El Limón, municipio de Codazzi.
Hasta el momento se conoce que el domingo por la mañana el progenitor de los niños decidió ir a culto religioso y dejó a los menores bajo la supervisión de una niña de 15 años. Cuando regresó tres ya estaban muertos, mientras que los otros dos, de 3 y 11 años presentaban problemas de salud. De inmediato los llevó hasta el Hospital de Codazzi, de donde fueron remitidos a una clínica de mayor complejidad, sin embargo, murieron a las 7:30 p.m., de ese mismo día.
Por su parte, el secretario de Salud del Cesar, Juan Carlos Mindiola, señaló que es un caso que podrán en conocimiento al Instituto Nacional de Salud para pruebas de laboratorios de ser necesarias.
Los actos urgentes e investigación de este suceso fueron asumidos por el CTI de la Fiscalía.
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