La policía descubrió una nueva modalidad de ocultamiento de alucinógenos, esta vez en muebles de madera que habían sido fabricados muy cerca de la capital antioqueña.
`Los ebanistas’ como se le conoce por parte de los investigadores que llevan el caso contra esta organización, fabricaron unos cabeceros para camas dobles tipo King y dentro de las mismas habían ocultado más de 11 kilos de marihuana.
El alucinógeno había sido incrustado durante el proceso de fabricación para después ubicar unas falsas tablas, de esta manera y aprovechando el fuerte olor que se desprende del pegante despistaban los controles de los caninos que apoyan las inspecciones en las terminales aéreas del país.
Santana, una pastor belga malinois de 5 años de edad, experta en ubicación de alucinógenos y alcaloides, demostró una vez más su pericia, su compañero y guía revisaba cada una de las estibas que son llevadas hasta las bodegas de las aeronaves para su transporte, la señal positiva la dio Santana cuando se sentó junto al juego de alcoba, los uniformados inicialmente mediante el método de intrusión en donde insertan una broca, pudieron ver que la madera tenía una cavidad, revisando las guías corroboraron que estos muebles proceden de una fabrica con una nomenclatura o dirección inexistente.
Las autoridades intensifican los controles para impedir el paso de drogas ilícitas, las investigaciones continúan a fin de establecer quienes son los que insisten en usar las zonas de carga de los aeropuertos para sus fines criminales en el país.