El médico personal de Diego Maradona, el doctor Leopoldo Luque, ha sido imputado este domingo en la causa que investiga la fiscalía de San Isidro (Buenos Aires) por la reciente muerte del astro Diego Maradona.
El juez avaló, además, el allanamiento de la casa del médico, amén de su clínica. Hay unos 30 policías en la casa y otros 30 en la clínica. El allanamiento viene precedido de la declaración, la pasada madrugada, de las tres hojas del astro: Dalma, Gianinna y Jana, que apuntaron, al unísono, a Luque como principal responsable del descuido en el cuidado de su padre en las últimas semanas. La declaración de las tres terminó a altas horas de la noche.
Luque tendrá que testificar ante el fiscal ante la sospecha de que existió negligencia médica en los últimos días de vida del exjugador y, por ello, un posible delito de homicidio culposo. Esta investigación aclarará todos los términos. También podría ser imputada la médico-psiquiatra encargada de darle la medicación al Diez, y una de las personas que se encontraban en la casa en el momento del deceso.
El cirujano Luque es uno de los señalados por el entorno maradoniano después de la trágica situación vivida el miércoles. La fiscalía busca respuestas ante la sospecha de que Maradona no tuviera el alta médica cuando fue trasladado de la Clínica, tras ser intervenido de un tumor en la cabeza, hasta la casa en la que murió, en el Tigre (Buenos Aires).
Las preguntas que deberán resolverse son: ¿tenía ese alta médica? ¿Por qué no había un médico especializado las 24 horas del día en la casa? ¿Por qué no había una ambulancia permanente en la casa? ¿Tuvo la medicación adecuada? ¿Se cumplió el protocolo médico general? ¿Por qué no había desfibrilador en la casa? ¿Se le controló las horas previas al fallecimiento?
En fin, Maradona murió, pero su causa judicial durará mucho tiempo, como su leyenda.