El regreso del delantero colombiano Radamel Falcao al Estadio Monumental de Buenos Aires, casa del River Plate, como parte de un duelo amistoso ante el Millonarios bogotano, supuso el ansiado reencuentro entre el ‘Tigre’ y la afición del club argentino de sus amores.
La esperada reunión familiar dio comienzo en los prolegómenos del encuentro, cuando el punta recibió una placa conmemorativa junto a un sentido homenaje por parte de la afición ‘millonaria’, que coreó su nombre como antaño mientras Falcao sonreía emocionado.
Tras saludar afectuosamente a varias personalidades del club, el balón echó a rodar al tiempo que miles de seguidores del cuadro porteño entonaban cánticos en honor del atacante de 38 años.
No obstante, para el exjugador del Oporto, Atlético de Madrid o Manchester United, entre otros, el encuentro de este martes -día festivo en Argentina por el 208° aniversario de la Declaración de Independencia-, más allá de la emoción del reencuentro con su antigua afición, supuso su debut con la camiseta del conjunto entrenado por Alberto Gamero.
Cada balón y oportunidad del máximo artillero histórico de la selección colombiana levantaba ovaciones por parte del público reunido en el bastión más grande de Latinoamérica.
Pese a no conseguir un nuevo zarpazo ante su antigua afición, Falcao fue vitoreado hasta su sustitución en la segunda mitad del partido; en ese momento dedicó un aplauso a la que fue su casa durante cinco años antes de iniciar su exitoso periplo europeo.
Su vínculo con el conjunto del barrio de Núñez comenzó cuando llegó a las categorías juveniles del conjunto argentino, hasta que debutó profesionalmente en Primera en 2005 con 19 años.
Con la camiseta franjirroja, Falcao acumuló 45 goles y 9 asistencias en sus más de cien partidos, además de levantar el Clausura en 2008.