Las víctimas mortales por la explosión que sacudió ayer Beirut, en el Líbano, se elevan a 113. Según informó el ministro libanés de Salud, Mohamed Hasan, los heridos alcanzan los 4.000, mientras “decenas” de personas continúan desaparecidas. “Se ha acordado instalar hospitales de campaña para tratar a los heridos de forma rápida y el Ministerio de Salud establecerá los lugares apropiados para levantarlos con ayuda del Ejército”, señaló.

Afirmó, además, que las ayudas médicas enviadas por países árabes y europeos, deben ser canalizadas a través del Ministerio de Salud y bajo la supervisión del Ejército, una vez lleguen a territorio libanés. Jordania anunció el envío en los próximos días de un hospital de campo militar completamente para llevar a cabo cirugías, con 160 profesionales sanitarios de todos los ámbitos y casi 50 camas.

El Gobierno libanés decretó el estado de emergencia que se extenderá por dos semanas y estará bajo control militar tras la explosión en el puerto. La ministra libanesa de Información, Manal Abdelsamad, explicó que la declaratoria es “renovable y la autoridad militar más importante será responsable inmediatamente de mantener la seguridad en la ciudad”.