Episcopado venezolano llama a las autoridades a no retrasar más la obtención y distribución de la vacuna anticovid

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La Conferencia Episcopal de Venezuela hizo un concreto llamado al Ejecutivo nacional y a las otras autoridades del país para llegar a un “acuerdo” que permita conseguir “las mejores vacunas” en el mercado y evitar que la población caiga en redes de” inescrupulosos” que pretendan “negociar” con la vacuna o que siga siendo utilizada como conejillo de indias para la experimentación de vacunas. En un comunicado, el episcopado se hace eco del clamor de los venezolanos para que se resuelva pronto el tema de la vacunación contra el Covid-19.

“Necesitamos también buscar caminos de entendimiento social y político para que lleguen las vacunas para toda la población sin distinción de credo religioso, condición social e ideología política”, insiste el episcopado ante la grave polémica creada entre el gobierno y la oposición en torno a la adquisición de las vacunas.

Y es que el gobierno dirigido por Nicolás Maduro y la oposición liderada por Juan Guaidó, quien maneja los activos embargados por Estados Unidos, no han logrado concretar un plan único para la vacunación masiva, a través del mecanismo Covax gestionado en la región por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Es más, el lote de unos 2 millones de vacunas AstraZeneca destinadas por el organismo multinacional para Venezuela fueron rechazadas, esta semana, por el gobierno apelándose a las alarmas sobre los efectos colaterales surgidos en varias países.

“Urge un acuerdo, fruto de un serio diálogo, que evitará todo retraso con el cual sólo saldrá perjudicada la inmensa mayoría de la población. No se puede esperar más tiempo. Lo humano está por encima de las diatribas políticas, pues la vida de cada persona es digna y sagrada”, clama la Iglesia venezolana.

En este contexto, el episcopado exhorta al gobierno a convocar “sin condicionamientos” a todos los entes públicos y privados del sector para “constituir un frente común que garantice la vacunación de toda la población “sin condiciones de ningún tipo”,  donde no priven “criterios político-partidistas ni ideológicos”, en el que predomine personal médico ”serio” y los principales actores sociales del país. Esto evitará, dicen los obispos, que “personas y entes inescrupulosos  pretendan ‘negociar’ con la salud de la población buscando sólo sus propios y mezquinos intereses”.