El consumo de leche y carne en el país, ha disminuido en los últimos dos meses, en un 5%, debido a la situación que vive el territorio nacional en materia de desempleo. Lo que podría generarle pérdidas al sector, estimadas, en unos 200.000 millones de pesos, anuales. De acuerdo con Julián Saade, director ejecutivo de Asoganorte, las acopiadoras formales de leche están tomando medidas drásticas, con la reducción de precios en el recibo de leche. Advierte que esto es grave para el productor primario.
” Si esta tendencia continúa, y se genera un efecto cascada de las empresas procesadoras. El sector se verá en calzas prietas y se nos va a venir un debacle social impresionante; más de 300.000 familias pequeñas y medianas, se van a ver afectadas porque no vamos a saber qué hacer con nuestros productos”, indicó el funcionario.
A esto le suma que durante el año, entraron 16.000 toneladas de leche en polvo importada, lo cual afecta al sector.