Debido a que son 60.531 casos prevalentes de cáncer de próstata en el país (sobre la base de la información allegada a la Cuenta de Alto Costo en el marco del aseguramiento en salud, con corte al 30 de abril pasado), la Defensoría del Pueblo exhorta a las entidades territoriales, los prestadores de servicios de salud, los aseguradores y demás actores del Sistema General de Seguridad Social en Salud a impulsar iniciativas que permitan aunar esfuerzos para prevenir la enfermedad, y, si los hombres la padecen, que puedan recibir atención integral y continua.
Si el cáncer de próstata, que constituye la segunda causa de mortalidad con mayor incidencia a nivel mundial (30,7 casos nuevos son reportados por cada 100.000 habitantes), es detectado en estados tempranos, tiene una alta posibilidad de que sea curado con tratamientos hoy disponibles.
Como la mayoría de los cánceres, no produce síntomas hasta que está una etapa avanzada y fuera del alcance terapéutico con fines curativos. Por ello, es de suma importancia la realización de chequeos anuales desde los 50 años en aquellos hombres sin antecedentes familiares de cáncer, y desde los 45 en aquellos que sí los tienen.
En el Día Mundial de Prevención del Cáncer de Próstata, la institución guardiana de los derechos humanos en el territorio colombiano busca crear consciencia entre la población masculina sobre la importancia de los chequeos oportunos, del diagnóstico temprano y, si son los casos, del inicio oportuno de los respectivos tratamientos. Un diagnóstico a tiempo posibilita un tratamiento adecuado.
Factores de riesgo de la enfermedad
El riesgo aumenta significativamente después de los 50 años. Los hombres afroamericanos tienen un mayor peligro de desarrollar cáncer de próstata en comparación con otras razas. Tener un padre o hermano con ese tipo de cáncer, así como tener altas dietas en grasas animales, y bajas en frutas y verduras, pueden contribuir a su desarrollo.
La falta de actividad física regular, el sobrepeso y la obesidad, condiciones como la prostatitis, la exposición a ciertos productos químicos y toxinas, entre otros, también pueden aumentar el riesgo. Mantenerse informado sobre los factores en mención y no descuidar los chequeos médicos son elementos vitales contra la patología.