Empezó el proceso de vacunación en el Atlántico con personal médico del Cari

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Trabajar en el centro especializado para la atención de pacientes con Coronavirus, Cari, fue una oferta que llegó en el momento más crucial de la pandemia en el Atlántico para Dayana Hernández, auxiliar de enfermería, quien hoy se convierte en la primera persona del cuerpo médico de la Red Hospitalaria del Atlántico en recibir la vacuna contra el Covid-19.

“Cuando me enteré que iba a ser la primera en recibir la vacuna sentí muchos nervios, pero a la vez sentí un alivio. Me generó tranquilidad y considero que es un privilegio ser una de las primeras personas en vacunarse y ser un ejemplo para la comunidad. Mi consejo a todas las personas es que se vacunen. Sé que muchos tienen dudas, pero es mejor estar protegidos que caer en una cama y puede que no se salven”, relata.

Una vez se inició la operación del centro asistencial en el mes de junio de 2020, la joven de 25 años empezó labores sin saber a qué se enfrentaría.

Siempre supo lo que quería ser, porque servir es su vocación; sin embargo, una situación de salud de su hijo de 4 años de edad la hizo dudar de si debía continuar o no al frente de la atención de los pacientes con Coronavirus, pero su convicción la mantuvo segura y decidida a cuidar con su vida a pacientes y a su pequeño Alan Samuel.

Aunque se expone al riesgo de manera permanente, por el contacto directo con sus pacientes, hasta ahora no ha contraído el virus, ni los miembros de su familia.

“Tengo contacto casi que a diario con todos los pacientes positivos y sospechosos, me he realizado pruebas cada mes y todas han salido negativas”, agregó.

Dayana Hernández cumple turnos de 12 horas continuas, unas veces de día y otras de noche, descansa dos veces a la semana, tiempo que emplea para compartir en familia y realizar diligencias personales.

Relató que la experiencia que ha vivido en el Cari ha marcado su vida, tanto que es consciente de la necesidad de vacunar a las personas, para controlar el virus y retornar a la normalidad. Cuenta que no ha sido fácil despedir a pacientes que ingresan con la esperanza de regresar pronto a casa y que hoy ya no están.

“Ha sido una experiencia dolorosa, muchas veces me ha tocado recibir pacientes que llegan con dificultad respiratoria, llegan desaturados pidiéndonos ayuda, nosotros damos lo mejor para ayudarlos y que puedan salir adelante. Es muy duro tener que regresar en un próximo turno y saber que el paciente ya no está porque ha fallecido o, en su defecto, que el paciente fallezca en mi propio turno. Eso ha sido una de las cosas más dolorosas que me ha tocado vivir, ver morir pacientes a diario no es fácil. Mi recomendación para todos es vacunarse”, indicó.

Sus pacientes la esperan en cada turno, porque su fortaleza y optimismo les hace pensar que el Coronavirus no los detendrá y que aún existe un camino por recorrer.

Llegó el gran día, está tranquila, piensa en su hijo, esposo y madre. Mientras firma el consentimiento informado, cree que la vacuna pudo salvarle la vida a muchos que ya no están y que hoy acepta dar el paso en nombre de ellos, que esperaron y no tuvieron la oportunidad.

“Yo nunca he tenido ninguna duda y, si he decidido vacunarme es porque sé que es la solución para todos, para que volvamos a tener una vida normal. Y digo normal entre comillas, porque de esta pandemia hemos aprendido bastante y creo que la forma de vivir de cada uno nos va a cambiar por completo”, aseguró.

Dayana envió un mensaje final a la comunidad de seguir cuidándose, cumpliendo de manera estricta las medidas de autocuidado, de usar siempre que esté fuera de casa el tapabocas, lavar las manos frecuentemente y guardar la distancia entre las personas.

El Atlántico está listo para ejecutar el Plan Nacional de Vacunación con el almacenamiento, distribución y aplicación de las dosis que reciba por parte del Gobierno Nacional. Un total de 564 vacunas llegaron en la primera etapa para el Atlántico. Las próximas jornadas serán en Puerto Colombia, Soledad, Baranoa y Sabanalarga