En presencia de historiadores, expertos y funcionarios del Gobierno, el mandatario ubicó la espada en una urna tipo vitrina en la que permanecerá abierta al público como un testimonio de la libertad de nuestra nación.

“Hoy rendimos un homenaje a la grandeza del Libertador, viendo cómo una de sus espadas, que fue hurtada en los años 70 y que permanecía en una bóveda, ve nuevamente la luz en la casa de todos los colombianos, para que se pueda apreciar como un testimonio de la libertad y de los grandes hombres que construyeron la República”, señaló el presidente Duque.

La espada fue adquirida por la Sociedad de Embellecimiento para obsequiarla a la Quinta de Bolívar hacia 1924.  En 1974 fue sustraída de la Casa Museo Quinta de Bolívar por el M-19 y devuelta en enero de 1991, fecha desde la cual se encontraba custodiada en las bóvedas de seguridad del Banco de la República.

“En nombre de todos los colombianos y en nombre del anhelo de la integración, le rendimos un homenaje a nuestro padre de la patria, a nuestro formador y a quien supo siempre entregar su vida por los demás. Aquí en la Casa de Nariño estaremos compartiendo la espada del Libertador para que su memoria no esté encerrada en una bóveda, sino que pueda ser apreciada por la ciudadanía”, concluyó el mandatario.