El domingo 30 de mayo, Fiesta de la Santísima Trinidad, el Papa Francisco rezó la oración mariana del Ángelus asomado desde el balcón del Palacio Apostólico del Vaticano.
Antes de despedirse, el Papa saludó a todos los fieles y peregrinos de Roma, Italia y tantos otros países, al tiempo que pidió rezar por Colombia, país que vive un gran conflicto social marcado por la violencia.
“Deseo a todos un buen domingo. Y, por favor, no olvides rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto”, concluyó Francisco.
Entre tanto, el Sumo Pontífice, Francisco recordó que el próximo 1 de julio se reunirá en el Vaticano con los principales líderes de las comunidades cristianas presentes en el Líbano, para una jornada de reflexión sobre la preocupante situación del país y para rezar juntos por el don de la paz y la estabilidad.
“Confío esta intención a la intercesión de la Madre de Dios, tan venerada en el Santuario de Harissa, y desde este momento os pido que acompañéis la preparación de este evento con la oración solidaria, invocando para ese querido país un futuro más sereno”, expresó