El covid-19 podría ser más antiguo de lo que se creía hasta ahora, ya que es posible que no se originara en diciembre de 2019 en un mercado de Wuhan, sino en un pozo minero chino en 2012, cuando algunos trabajadores contrajeron una enfermedad desconocida similar a la neumonía después de estar expuestos a murciélagos.
La teoría pertenece al virólogo Jonathan Latham y la bióloga molecular Allison Wilson, ambos de la organización Bioscience Resource Project en Ithaca (EE.UU.), que tradujeron una tesis de maestría escrita en 2013 por un médico chino que atendió a los mineros infectados y envió muestras de sus tejidos al Instituto de Virología de Wuhan para ser evaluadas, recoge el periódico New York Post.
“La evidencia que contiene nos ha llevado a reconsiderar todo lo que creíamos saber sobre los orígenes de la pandemia de covid-19”, escribieron Latham y Wilson en un artículo publicado en julio en el sitio Independent Science News.