El estado de Florida ejecutó este jueves a Edward James, condenado por el asesinato en 1993 de una niña de ocho años y su abuela, en lo que supone la décima ejecución en lo que va de este 2025 en Estados Unidos.
James, de 63 años, fue declarado muerto a las 20.15 hora local (00.15 GMT del viernes) tras recibir una inyección letal en una prisión estatal de Florida, según informó el Departamento de Correcciones del estado.
Fue ejecutado por el asesinato, el 19 de septiembre de 1993, de Betty Dick, de 58 años, y su nieta Toni Neuner, de 8, quien fue abusada.
Esa noche, la abuela estaba en su casa de Casselberry, en Florida, con cuatro de sus nietos, de entre 2 y 10 años, cuando llegó James, quien llevaba unos seis meses alquilando una habitación en la vivienda y conocía a la familia desde hacía años, según medios locales.
James había consumido hasta 24 cervezas en una fiesta, además de ginebra y LSD, y llegó en estado de embriaguez. Al llegar, agarró a la niña de ochos años, que dormía, la estranguló y la abusó antes de arrojar su cuerpo tras una cama.
Luego entró en el dormitorio de la abuela, la golpeó, intentó violarla y la apuñaló 23 veces antes de huir con su bolso, sus joyas y su automóvil. El crimen desató una intensa búsqueda a nivel nacional, con James incluido en la lista de los fugitivos más buscados del país.
Finalmente, fue arrestado el 6 de octubre de ese año en Bakersfield (California), donde la Policía, tras interrogarlo, obtuvo una confesión grabada en video.
Durante años, los abogados de James presentaron varios recursos ante cortes federales y estatales, todos rechazados.
En ellos argumentaron que el consumo prolongado por parte de James de drogas y alcohol, así como varios traumatismos craneales y un infarto que sufrió en 2023, le habían provocado un grave deterioro mental que hacía que su ejecución pudiera ser considerada como un castigo cruel e inhumano.
Según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, Florida utiliza para sus ejecuciones un cóctel de tres fármacos: un sedante, un paralizante y una sustancia que detiene el corazón.