En Tokio, el presidente Donald Trump y la primera ministra Sanae Takaichi firmaron un marco estratégico con el propósito de “asegurar” la provisión de minerales críticos y tierras raras, en respuesta al endurecimiento de los controles chinos sobre esos recursos.
El documento destaca que ambos países identificarán proyectos conjuntos en minería, procesamiento y productos derivados como imanes, baterías, catalizadores y materiales ópticos para cerrar brechas en sus cadenas de suministro.
El acuerdo también contempla acelerar trámites de permisos, coordinar inversiones y explorar estrategias como reserva estratégica de componentes, conforme al comunicado oficial de la Casa Blanca.
Con esta iniciativa, Washington y Tokio buscan diversificar sus fuentes y reducir su dependencia frente a China, que procesa más del 90 % de las tierras raras globales, y que recientemente ha impuesto nuevas restricciones a sus exportaciones.
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